
No pensar en la persona, tampoco en lo que podríais haber sido y hecho, sería una principal ayuda para olvidar; pero... ¿por qué siempre tiene que ser de la manera tan tópica, simple e infantil? Dejar pasar el tiempo y olvidar tampoco funciona demasiado; es más, aunque no visites sus perfiles o veas sus fotos o conversaciones, aún así, un hueco de tu memoria seguirá recordándolo. No sé cómo puede ser tan difícil olvidar; resulta agotador, algo inquietante
¿Por qué no una noche de fiesta, con amigos, con tonterías y cosas de mayores como medicamento? ¿Por qué seguir aguantando las noches de insomnio y lágrimas? No, quiero cambiar, lo necesito. Es mejor lanzarse a la aventura que ir de poco en poco por un callejón que, al final del todo, no tiene salida. Mejor tentarse que dejar de intentar, ¿no? Pues, a todas aquellas personas que pasaron para mal en mi vida, tan solo puedo deciros una última palabra: adiós, que os vaya bien la vida. Y a mí, tal vez, me pueda tatuar en mi memoria algo: misión cumplida.
La vida es sabia y más larga de lo que imaginamos... en algún momento se nos presentan oportunidades que no debemos dejar escapar por ello hay que estar atentos. Bonito texto me quedo por aquí y te invito a que te pases por mi blog (si te apetece) Saludos¡¡
ResponderEliminarNo dejar vde pensar en la persona no es tan fácil, incluso cuando piensas que ya te has olvidado completamente, tu subconsciente la trae a flote... y creéme sé de lo que hablo :/
ResponderEliminarUn texto esperanzador.
Un beso!