sábado, 7 de febrero de 2015

No soy un juguete más.

Todos tenemos sentimientos que salen disparados cuando llega ese alguien, o cuando toma el camino por el que ha venido. Se va. Se evapora como el humo de un cigarro. Y nosotros seguimos ahí, como el cielo cristalino al que vemos todos los días, que apenas hace nada, sólo cambia.

No somos ningún juguete con el que jugábamos cuando éramos niños pequeños, compartiendo tardes de sonrisas con niños en el parque... no soy nadie al que se pueda morder para causar daño, ni al que tirar para dejar que la arena lo ensucie y cree desperfectos. No soy un juguete más que te encuentras en la envoltura de un regalo de cumpleaños o de una fiesta... te equivocas.

Los 'te quiero' no son reales... y menos cuando tu corazón no me pertenece y haces creer que sí. Haces sonreír y luego sufrir. Haces crear un cielo soleado y luego una noche tormentosa. Revolucionas los esquemas y cambias todo, de una manera que resulta, desde tu punto de vista, divertido... pero, ¿sabes lo que es divertido? Creer que puedes utilizarme con pilas y darle a un botón que me encienda y te mantenga entretenido. Pero te equivocas... de nuevo, te digo que no soy un juguete más al que utilizas hasta que te agotes.