Ya no era
aquel crío que solía creer en los Reyes Magos, en el Ratoncito Pérez y en los
demás; era frío, no mostraba casi nunca ningún tipo de sentimiento hacia nadie
y por eso, suelo arrepentirme. A veces, me repito que debería de haber pensado
en lo que podría haber pasado en vez de haber actuado, porque uno suele
arrepentirse tarde o temprano.
sábado, 16 de agosto de 2014
Metamorfosis.
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Me gusta mucho cómo te expresas. Se nota que te sale del corazón.
ResponderEliminar¡Un beso!
Es lo primero que leo de ti y me gusta.
ResponderEliminarSigue así.
Saludos.